Dime cómo es tu memoria de sostenibilidad y te diré cómo es tu RSC

Por Fausto Pereira, Consultor de Unifikas 

En los últimos años, la responsabilidad social corporativa (RSC) ha sufrido una transformación conceptual en la que ha pasado de ser un elemento estratégico de comunicación a convertirse en una práctica mucho más operacional. Las consecuencias de este cambio son varias, pero se pueden resumir en tres: 

1. Muchas organizaciones tuvieron que interiorizar esta práctica, dando un paso hacia un nuevo concepto de “cultura social” que integrase en la estrategia las políticas sociales, laborales, económicas y medioambientales que van surgiendo  de la relación y el diálogo con los grupos de interés.

2. Hoy día, una organización que quiera identificarse como responsable tendrá que demostrar que, además de obedecer al denominado “cumplimiento legal”, tendrá de incorporar una serie de acciones a su estrategia para responder satisfactoriamente a las expectativas de los diversos grupos de interés, responsabilizándose de las consecuencias y los impactos derivados de sus acciones. 

3. Llegados a este punto,  la pregunta que nos surge es: ¿Cómo se manifiesta de forma mas práctica la responsabilidad social corporativa de una empresa? La respuesta reside en el Plan de Responsabilidad Social Corporativa, un plan que deberá incluir una memoria de sostenibilidad de la misma. 

La memoria de sostenibilidad, una herramienta clave de comunicación 

Esta memoria es de gran importancia, por dos motivos: 1) es nuestra herramienta central de comunicación con los grupos de interés y 2) sirve de ventana para mostrar todas las actuaciones propias de este ámbito, proporcionando así a nuestro negocio toda la transparencia de credibilidad necesaria. 

Toda  memoria de sostenibilidad debe apoyarse en tres elementos claves:

1. Complementación y equilibrio de la triple dimensión social, económica y medioambiental.
2. Compromiso absoluto con los diferentes grupos de interés o “stakeholders”.
3. Elementos indicadores o pautas de actuación según la Global Repoting Inicative (GRI), organismo global e independiente que establece pautas voluntarias de sobre información sostenible  

Este último punto es el más importante, ya que será el que exprese la visión más práctica de este nuevo compromiso social. Para ello GRI diseñó una guía de consenso mundial para la elaboración de memorias de sostenibilidad, en las que por medio de una serie de pautas e indicadores de desempeño económico, medioambiental y social de las actividades, servicios y productos, cada organización podrá expresar sus buenas prácticas sociales.

Por último, cuando una empresa hace pública la memoria de sostenibilidad, sea por el medio que sea, es interesante hacerlo con el apoyo del sello de “in acordance” de la GRI, ya que supondrá el mayor reconocimiento a este trabajo realizado y garantizará que la empresa ha sido auditada con garantías.

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