Principios de la Acción Preventiva (con ejemplos)
Los principios de la acción preventiva constituyen la base para gestionar de manera efectiva los riesgos laborales y asegurar un entorno de trabajo seguro y saludable.
En este artículo, exploraremos en profundidad cada uno de estos principios, proporcionándote ejemplos prácticos para ayudarte a comprenderlos mejor.
¿Qué es la Acción Preventiva?
La acción preventiva es el conjunto de medidas y prácticas que tienen como objetivo evitar accidentes y enfermedades en el entorno laboral, protegiendo así la salud y seguridad de los trabajadores.
Implementar los principios de acción preventiva que detallaremos a continuación no solo ayudará a proteger la seguridad de nuestros empleados, sino que también mejorará su bienestar general y la productividad de estos.
Principios de la Acción Preventiva
Los principios de la acción preventiva constituyen la base para la gestión de riesgos laborales y ayudan a identificar, evaluar y mitigar los peligros asociados con las actividades laborales.
Se encuentran recogidos en el artículo 15 de la Ley 31/1995 de prevención de riesgos laborales y tienen carácter de obligatorio cumplimiento.
1. Evitar los riesgos
Evitar los riesgos implica eliminar directamente la causa del riesgo en lugar de mitigarlo. Por ejemplo, si una maquinaria obsoleta representa un peligro, reemplazarla por una nueva sería una forma de evitar el riesgo.
Por tanto, en la práctica esto puede implicar la revisión de procesos y equipos, y la adopción de nuevas tecnologías que eliminen fuentes de peligro.
2. Evaluar los riesgos que no se pueden evitar
Evaluar los riesgos consiste en identificar y analizar aquellos riesgos que no pueden ser eliminados. Esto incluye la evaluación de la probabilidad de ocurrencia y el impacto potencial al que tendríamos que hacer frente.
Un ejemplo de este principio sería realizar evaluaciones periódicas de seguridad en el lugar de trabajo, identificando áreas con mayor riesgo y desarrollando planes de acción específicos para las mismas.
3. Combatir los riesgos en su origen
Combatir los riesgos en su origen significa implementar medidas que reduzcan o eliminen el riesgo directamente en el punto donde este se genera.
Por ejemplo, instalar sistemas de ventilación en áreas donde se generan vapores tóxicos (para eliminar el riesgo de inhalación) sería una buena práctica que nos ayudaría a cumplir con este principio.
4. Adaptar el trabajo a la persona
Adaptar el trabajo a la persona implica diseñar tareas y entornos de trabajo que consideren las capacidades individuales, reduciendo así la carga física y mental.
Un ejemplo de esto sería ajustar la altura de las mesas de trabajo o proporcionar equipos ergonómicos a tus empleados.
5. Tener en cuenta la evolución de la técnica
Este principio hace referencia a mantenerse actualizado con los avances tecnológicos, con el objetivo de poder aplicarlos para mejorar la seguridad y salud en el trabajo.
Por ejemplo, incorporar nuevas tecnologías de seguridad, como sistemas automatizados de detección de incendios mejoraría indudablemente la seguridad y salud de los trabajadores de una planta de producción.
6. Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro
En este caso, el título del principio describe a la perfección a lo qué se refiere, es decir, sustituir materiales o procesos que sean peligrosos por otros que sean menos peligrosos o inocuos (esto sería lo más recomendable).
¿Un ejemplo de cómo cumplir con este principio? Reemplazar un disolvente químico tóxico por otro biodegradable y menos nocivo.
7. Planificar la prevención
Planificar la prevención implica integrar la seguridad y salud en todas las actividades y decisiones empresariales. Desde la primera hasta la última.
Esto podría incluir la creación de programas de seguridad, capacitación continua y la asignación de recursos para una correcta gestión de la prevención.
8. Adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual
Este principio nos viene a decir que debemos priorizar las medidas de protección colectiva antes que las individuales.
Por ejemplo, instalar barandillas y redes de seguridad en áreas de trabajo en altura, en lugar de depender únicamente de los arneses individuales.
9. Dar las debidas instrucciones a los trabajadores
Este último principio de la acción preventiva viene a decir que debemos asegurar que todos los trabajadores reciban la formación e información necesarias para trabajar de una manera segura.
Por ejemplo, realizar sesiones de capacitación regular sobre procedimientos de seguridad y el uso correcto de equipos de protección personal (EPP) sería una muy buena forma de cumplir con este principio.
Facilita la gestión de la Acción Preventiva con Unifikas
Implementar y gestionar todos estos principios puede ser una tarea compleja y que te requiera de mucho tiempo.
Sin embargo, con un software de gestión de prevención como Unifikas PRL, este proceso se vuelve mucho más sencillo.
Unifikas centraliza toda la información relevante sobre riesgos laborales, evaluaciones y medidas preventivas en una plataforma única, facilita la automatización de procesos y te permite, además, realizar evaluaciones de riesgos detalladas, entre otras funcionalidades.
Si quieres liberar tiempo y recursos, asegurando una gestión integral y continua en la prevención de riesgos laborales que lleva a cabo tu organización, te invitamos a solicitar una demostración completamente gratuita de nuestra herramienta.